En nuestra Escuela Infantil consideramos que la educación debe ser activa. La actividad es la fuente principal del aprendizaje y desarrollo en la infancia. La actividad es imprescindible tanto para el desarrollo físico y psicomotor, como para la construcción del conocimiento. A través de la propia actividad, en continuo intercambio e interacción con el medio, el niño y la niña aprenden y transforman la realidad.
En consecuencia, nuestra metodología potencia situaciones y tiempos donde los niños y niñas puedan desarrollar sus capacidades de manipulación, exploración, observación y experimentación, proporcionando experiencias y ambientes motivadores, que les permitan aplicar y construir sus propios esquemas mentales.
Es a través de la acción, observación, experimentación y el juego como expresan sus intereses y descubren el mundo que les rodea. Por ello creamos un ambiente estimulador que les anime e impulse a descubrir el mundo jugando.
A través de la manipulación directa de los objetos o del juego simbólico, acceden a los conocimientos y los afianzan. Su propia experiencia, el contacto con la realidad y la observación directa son la base de nuestra educación.
A través de la experimentación y observación directa o indirecta, se describe, se compara, se clasifica, se relaciona… se trabajan las distintas áreas del desarrollo y se llega a la consecución de los objetivos programados.